Fístulas Obstétricas: Disparidades en la Atención de Salud en Ecuador

Por Allison Crawford, BSN, RN

El verano que me gradué de la escuela de enfermería, fui a una misión quirúrgica a San Pedro, Ecuador. El grupo de obstetras y ginecólogos con los que yo fui entrenaban a médicos y parteras cada año, con el propósito de mejorar la calidad de cuidado obstétrico de emergencia en áreas rurales del Ecuador.

Como una enfermera recién graduada, este tipo de enfermería especializada era totalmente nueva para mí y en esos 10 días aprendí como realizar las funciones de una enfermera de sala de circulación, instrumentista y sala de recuperación—todo con un español limitado, agradezco a todos los que sirvieron como nuestros traductores. Las cirugías que hacíamos variaban desde cesáreas, correcciones de prolapso uterino, hasta cirugías más complicados como reparación de fístulas. Yo había leído sobre estos tipos de fistulas en mis libros de salud de mujeres, pero nunca había presenciado un caso de primera mano.

La fistula vesico-vaginal es un hoyo o tejido anormal que conecta a la vejiga y la vagina. Éstas son el resultado de un trabajo de parto anormal, también conocido como “distocia”, que se deja sin aliviar y atender.

En partes rurales del Ecuador y muchos otros países en desarrollo hay pocos hospitales, pocos doctores y malos sistemas de transporte así que los trabajos de parto anormales pueden resultar en la muerte del infante o la madre. Si la madre sobrevive es probable que se desarrolle una fistula obstétrica que puede tener impactos devastadores el resto de su vida. Ella desarrollará incontinencia urinaria y será aislada socialmente al menos que puede tener esa fistula reparada. Las fistulas obstétricas son verdaderamente un síntoma de pobreza y son prevenibles cuando una mujer tiene acceso a cuidados de emergencia, tales como una cesárea.

En nuestro corto viaje, tuvimos la oportunidad de proveer diez de estas cirugías que cambian vidas, además de entrenar a profesionales médicos ecuatorianos para que pudiesen igualmente hacer esta cirugía. Fue un honor tomar parte en devolverle la dignidad a estas mujeres jóvenes, atreves de esperanza y sanación después de sus operaciones.

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